¿Por qué un seguro de vida  puede ofrecer una indemnización a los beneficiarios?

Los imprevistos de la vida no esperan, como por ejemplo tu ausencia en caso de sufrir un accidente o padecer una enfermedad. Precisamente, el vivir este tipo de situaciones, puede afectar emocionalmente a tus seres queridos, generando así una preocupación por la carga económica.

Un seguro de vida ofrece una amplia variedad de opciones para designar a los beneficiarios, dado que puedes incluir amistades cercanas, familiares directos o incluso organizaciones sin ánimo de lucro.

¿Quiénes son considerados beneficiarios de ley en un seguro de vida?

Los beneficiarios por ley son las personas que poseen el derecho de recibir la indemnización de un seguro de vida en caso de presentar el fallecimiento del asegurado cuando no se ha designado un beneficiario en específico. Entre los diversos representantes legales, podemos destacar:

  • Primer grado: Los descendientes de primer grado incluyen a los hijos directos del asegurado. Por esta razón, recibirán la indemnización en cuotas iguales, sin perjuicio de la porción conyugal.

  • Segundo grado: Se reconoce el nivel del parentesco más lejano que el primero, lo cual se atribuye a los padres o abuelos.

  • Tercer grado: En general, los herederos de tercer grado son reconocidos por ser los hermanos. Así mismo, podrán recibir los bienes del fallecido en partes iguales. 

  • Cuarto grado: El grado de consanguinidad es representado principalmente por los primos hermanos. Precisamente, en este tipo de casos suelen ser herederos cuando no existen representantes de grados anteriores como descendientes (hijos, nietos), ascendientes (padres, abuelos) ó colaterales más cercanos.

  • Quinto grado: Si no existe ningún heredero, la indemnización será completamente traspasada al bienestar familiar. 

  • Sin herederos ni cónyuges: Si no hay herederos se otorga el 100% al  cónyuge o compañero permanente. 

¿Quiénes además de los beneficiarios de Ley pueden ser beneficiarios de un seguro de vida? 

 La flexibilidad en la designación permite adaptar el seguro a las necesidades de cada persona. Por lo tanto, este tipo de cobertura es aceptado en los siguientes casos:

Con derecho a crecimiento: Si alguno de los beneficiarios designados llega a faltar en el momento de la indemnización, su porcentaje se distribuye proporcional y automáticamente entre  el resto de los beneficiarios principales.  

Beneficiarios contingentes:  Son las personas a quienes le corresponde la indemnización cuando fallece el beneficiario principal, de este no existir, la indemnización se entregará a los beneficiarios de ley.

Beneficiarios menores de edad: En caso de que el beneficiario sea menor de edad, la indemnización del seguro será entregada al tutor legal o al representante que tenga la custodia. Este procedimiento permite que los fondos ahorrados sean utilizados adecuadamente para el bienestar del menor.

En resumen, un seguro de vida se convierte en una herramienta financiera que te permite proteger a tus seres queridos en caso de tu fallecimiento. Además, la indemnización se encargará de compensar las pérdidas económicas, las cuales pueden afectar a los beneficiarios.

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