El cáncer es una enfermedad compleja y multifactorial que afecta a millones de personas en todo el mundo. Se caracteriza por la proliferación descontrolada de células anormales que pierden su capacidad de regular crecimiento y división.
Estas células anormales pueden afectar a los tejidos sanos adyacentes, o en algunos casos se diseminan por partes del cuerpo a través del torrente sanguíneo o del sistema linfático; este proceso es conocido como metástasis. La formación de estos tumores puede variar, ya que son benignos (no cancerosos) o malignos (cancerosos).
Actualmente, existen 100 tipos de cáncer. La mayoría son reconocidos por su lugar de origen. Por ejemplo, esta enfermedad oncológica es la segunda causa de muerte a nivel mundial, representada en 9,6 millones de muertes, o 1 de cada 6 muertes, en 2018.
Por esta razón, es importante que existan diversas campañas de prevención como promover la realización regular de exámenes de detección, con el fin de disminuir la mortalidad por esta enfermedad. Además, estos anuncios enfatizan adoptar hábitos saludables como alimentación equilibrada, realizar actividad física, evitar el consumo de tabaco o los excesos de alcohol.
¿Cuáles son los principales factores de riesgo que se pueden modificar para reducir la probabilidad de desarrollar cáncer?
Los decesos vinculados a esta enfermedad que se registran del 30% al 50% podrían prevenirse significativamente por medio de medidas de prevención primaria, como evitar factores de riesgo. Entre ellos:
- Reducir la exposición a la radiación ultravioleta.
- Evitar la contaminación del aire urbano.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Obesidad.
Por lo tanto, es indispensable garantizar la prevención ya que ofrece una estrategia más efectiva para el control del cáncer como tener una alimentación más saludable, vacunarse contra la hepatitis, realizar ejercicios con regularidad.
¿Cuáles son las señales de alerta que podrían indicar la presencia de un cáncer en sus etapas iniciales?
Las enfermedades oncológicas no solo afectan al paciente físicamente, sino que también tienen un profundo impacto emocional en las familias. Entre los principales sentimientos detectados están la ansiedad, depresión, miedo o ira. Estas pueden interferir en el tratamiento o incluso en el proceso de recuperación. Generalmente se reflejan en cambios del apetito, aislamiento social o problemas al dormir.
Con respecto a las estrategias de prevención se incluyen el diagnóstico precoz como la detección de anomalías sugestivas de cáncer en el organismo o un cáncer precoz sin ningún síntoma. Por ese motivo, en la mayoría de los casos existe una probabilidad de supervivencia.
¿Por qué son tan exorbitantes los precios del tratamiento de cáncer?
Los tratamientos contra el cáncer implican una inversión económica significativa. Esto se debe a ciertos factores. Además, de las cirugías, medicamentos y atención médica especializada, los altos costos se ven influenciados por las terapias, la tecnología médica avanzada y atención a largo plazo especializada por el equipo médico.
Estos factores combinados hacen del tratamiento un desafío económico. Para estos tipos de casos, es necesario adquirir un seguro de salud que incluya cobertura oncológica, la cual ofrezca una ayuda económica necesaria para cubrir los gastos correspondientes al tratamiento, ofreciendo mayor tranquilidad al paciente y la familia.
En resumen, la prevención, a través de un estilo de vida saludable y exámenes médicos regulares son poderosas armas contra el cáncer.