Un diagnóstico de enfermedad terminal puede representar un giro inesperado en la vida, generando una serie de desafíos tanto emocionales como financieros. En este aspecto, el seguro de vida se convierte en tu aliado, ya que ofrece una amplia gama de beneficios para respaldarte ante enfermedades graves, como por ejemplo pagos anticipados de una parte del capital asegurado.
Al hacerlo, este tipo de pólizas te permiten afrontar con más tranquilidad los gastos médicos, tratamientos y cuidados paliativos que suelen ser necesarios para estas situaciones. De esta manera, el asegurado puede enfocarse en su recuperación, sin preocuparse en los gastos económicos que pueden surgir con la atención médica.
¿Qué tipo de diagnósticos pueden ser respaldados por el seguro de vida?
Si te diagnostican una enfermedad grave cubierta por tu seguro de vida o requieres una cirugía, la póliza contratada asumirá el pago. Una vez confirmado el diagnóstico, recibirás un pago único que te ayudará a cubrir los gastos médicos, tratamientos y otros costos asociados a tu pago. Entre los tipos de diagnósticos aceptados por el seguro se incluyen:
- Infarto
- Cancer
- Leucemia
- Insuficiencia cardiaca
- Quemaduras de tercer grado.
- Enfermedad de alzheimer
- Enfermedad cerebrovascular.
- Insuficiencia renal crónica.

¿El seguro de vida te respalda en caso de hospitalización?
En caso de solicitar una hospitalización debido a un accidente o enfermedad, el seguro de vida se encargará de ofrecer el respaldo económico por medio de una renta diaria. Es por ello, que puede resguardarte en casos de:
Incapacidad: Como beneficiario recibirá el pago a partir del cuarto día, pero no poseerá deducible, ya que, solamente se cubre por accidente.
Hospitalización; Se puede utilizar a partir del segundo día.
¿Qué hace el seguro de vida por mi familia si fallezco?
Si falleces, un seguro de vida cumple una función fundamental: proteger financieramente a tus seres queridos. Precisamente, cuando contratas un seguro de vida, estás designando a uno o varios beneficiarios.
Estas personas recibirán una suma de dinero, conocida como capital asegurado, en caso de fallecimiento. Este capital puede utilizarse para cubrir diversos gastos, como gastos funerarios o de vida diaria, deudas y proyectos futuros. Además, entre las situaciones más comunes podemos destacar:
- Muerte por cualquier causa: En este aspecto si el asegurado fallece de forma natural, el seguro ofrece una indemnización económica a sus familiares.
- Muerte accidental: Si sufres un accidente fatal, tus beneficiarios recibirán una compensación adicional a la suma asegurada
En conclusión, un seguro de vida se convierte en un salvavidas ante el diagnóstico de una enfermedad terminal, proporcionando la tranquilidad financiera necesaria para enfrentar esta etapa.
