La hipertensión se produce cuando la fuerza ejercida por la sangre contra las paredes de las arterias es demasiado alta de manera persistente. Esta presión adicional puede dañar los vasos sanguíneos y órganos vitales como el corazón, los riñones y el cerebro.
Síntomas de la hipertensión
A menudo, la hipertensión es una «enfermedad silenciosa» porque no suele presentar síntomas evidentes en sus etapas iniciales. Sin embargo, a medida que la presión arterial aumenta, pueden aparecer síntomas como dolores de cabeza, mareos, dificultad para respirar, visión borrosa y palpitaciones cardíacas.
Causas de la hipertensión
Pueden variar, pero factores como la genética, el estilo de vida y las condiciones médicas subyacentes desempeñan un papel crucial. El consumo excesivo de sal, la falta de actividad física, el sobrepeso u obesidad, el consumo de alcohol y el tabaquismo son factores de riesgo comunes que pueden contribuir al desarrollo de la hipertensión.
Cuándo acudir al médico
Es importante hacerse chequeos regulares de la presión arterial, especialmente si tienes factores de riesgo de hipertensión. Si experimentas síntomas como dolores de cabeza persistentes, mareos, dificultad para respirar o visión borrosa, debes acudir al médico de inmediato. Además, si tienes antecedentes familiares de hipertensión o enfermedades cardíacas, es crucial estar atento a cualquier cambio en tu salud cardiovascular y buscar atención médica si es necesario.
Prevención de la hipertensión
La prevención juega un papel clave en el manejo de la hipertensión. Adoptar un estilo de vida saludable puede ayudar a prevenir o controlar la presión arterial alta.
Esto incluye seguir una dieta equilibrada rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, limitar el consumo de sal y alimentos procesados, mantener un peso corporal saludable, hacer ejercicio regularmente y evitar el tabaco y el exceso de alcohol.
Recuerda que la prevención es fundamental, así que no subestimes la importancia de cuidar tu salud cardiovascular.
