Sarcoma: qué es, diagnóstico, tratamiento

Es un tipo de cáncer poco común, aunque representa una proporción pequeña de todos los diagnósticos, su impacto puede ser significativo y afectar la vida de quienes lo padecen y sus seres queridos Debido a su rareza puede representar un desafío tanto para los pacientes como para los profesionales de la salud. 

En este artículo, exploraremos en profundidad el sarcoma, desde su definición hasta las opciones de evaluación y tratamiento disponibles. Aprenderemos cómo se diagnostica esta enfermedad y las pruebas necesarias para confirmar su presencia. 

¿Qué es el sarcoma?

Es un tipo de cáncer que se desarrolla en los tejidos blandos del cuerpo como los músculos, los tendones, los vasos sanguíneos, los nervios y los tejidos conectivos. También puede afectar los huesos. Se caracteriza por el crecimiento anormal y descontrolado de células malignas en estos tejidos. 

Existen varios subtipos de sarcoma, y cada uno puede tener características distintas y requerir enfoques específicos de diagnóstico y tratamiento. Debido a su naturaleza agresiva y a menudo asintomática en las etapas iniciales, el diagnóstico temprano y el tratamiento oportuno son fundamentales para mejorar las tasas de supervivencia y la calidad de vida de los pacientes.

Sarcoma - Jorge Sierra

Diagnóstico de sarcoma: Métodos y pruebas para detectar y confirmar la presencia de la enfermedad

Es un proceso crucial para detectar y confirmar la presencia de esta enfermedad. Dado que el sarcoma puede presentarse de manera silenciosa en sus etapas iniciales, es fundamental utilizar métodos y pruebas adecuadas para su detección temprana. 

Aquí te presentamos algunos de los métodos y pruebas más comunes utilizados en el diagnóstico:

  1. Examen físico: Se realiza para buscar la presencia de masas o tumores en los tejidos blandos o huesos. También evaluará los síntomas y antecedentes médicos del paciente.
  2. Estudios de imagen: Se pueden realizar diferentes pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas (RM) y tomografías computarizadas (TC), para obtener imágenes detalladas de los tejidos afectados. Estas pruebas permiten visualizar la ubicación, el tamaño y la extensión del sarcoma.
  3. Biopsia: La biopsia es una parte fundamental del diagnóstico. Consiste en la extracción de una muestra de tejido sospechoso para su análisis en el laboratorio. El análisis de la muestra permite confirmar la presencia de células cancerosas y determinar el tipo específico.
  4. Estudio histopatológico: Después de la biopsia, la muestra de tejido se somete a un estudio histopatológico, en el cual un patólogo examina las características microscópicas de las células tumorales. Esto ayuda a confirmar el diagnóstico de sarcoma y proporciona información sobre el grado de agresividad del tumor.

Opciones de tratamiento para el sarcoma

Cuando se diagnostica sarcoma, es crucial explorar las opciones de tratamiento disponibles para combatir esta enfermedad, puede variar según el tipo y la etapa del cáncer, así como las características individuales de cada paciente. 

Aquí se presentan algunas de las opciones de tratamiento más comunes:

  1. Cirugía: es uno de los pilares fundamentales del tratamiento del sarcoma. Consiste en la extirpación quirúrgica del tumor y el tejido circundante afectado. Dependiendo del tamaño y la ubicación, se puede optar por una cirugía conservadora o en casos más avanzados, una amputación o resección amplia. En algunos casos, la cirugía puede ser seguida de terapia de radiación o quimioterapia.
  2. Radioterapia: utiliza radiación de alta energía para destruir las células cancerosas. Puede administrarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor y facilitar su extirpación, o después de la cirugía. También puede utilizarse como tratamiento principal en casos en los que la cirugía no es posible.
  3. Quimioterapia: es un tratamiento sistémico que utiliza medicamentos para destruir las células cancerosas en todo el cuerpo. En el caso del sarcoma, la quimioterapia puede administrarse antes de la cirugía para reducir el tamaño del tumor, después de la cirugía para eliminar células cancerosas restantes y en casos avanzados que no se pueden tratar con cirugía.
  4. Inmunoterapia: es un tipo de tratamiento que utiliza el sistema inmunológico del cuerpo para combatir el cáncer. Puede estimularlo para atacar las células cancerosas o bloquear las señales que permiten que las células cancerosas evadan la respuesta inmunológica. Aunque aún se está investigando su uso en el sarcoma, la inmunoterapia ha mostrado resultados prometedores en algunos casos.
sarcoma - Jorge Sierra
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