Es una enfermedad crónica que afecta la forma en que el cuerpo convierte los alimentos en energía. La glucosa, o azúcar en la sangre, es la principal fuente de energía del cuerpo. La insulina, una hormona producida por el páncreas, ayuda a que la glucosa de la sangre ingrese a las células para obtener energía.
Tipos de diabetes:
Diabetes tipo 1:
Es una enfermedad autoinmune, lo que significa que el sistema inmunitario ataca y destruye las células del páncreas que producen insulina. Las personas con diabetes tipo 1 necesitan inyectarse insulina todos los días para controlar su nivel de azúcar en la sangre.
Diabetes tipo 2:
Es la forma más común de diabetes. El cuerpo no produce suficiente insulina o no la usa adecuadamente. Se desarrolla cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina. Esto puede suceder con el tiempo debido a factores como la obesidad, la falta de actividad física y la edad.
Impacto de la diabetes en la salud
La diabetes tiene un impacto significativo en la salud, tanto a corto como a largo plazo. A corto plazo, los niveles altos de azúcar en la sangre pueden causar síntomas como fatiga, sed excesiva, micción frecuente y visión borrosa.
Si no se trata, la diabetes puede llevar a complicaciones graves a largo plazo, como: enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, enfermedad renal, ceguera, daño a los nervios y amputación de miembros inferiores.
Además de estas complicaciones físicas, la diabetes también puede tener un impacto significativo en la salud mental. Las personas con diabetes tienen un mayor riesgo de sufrir depresión, ansiedad y otros problemas de salud mental.
Es importante controlar la diabetes para prevenir estas complicaciones. Controlar la diabetes implica seguir un plan de alimentación saludable, hacer ejercicio regularmente, tomar medicamentos según sea necesario y controlar los niveles de azúcar en la sangre.
